Poder Judicial de la Federación 2025: La primera
radiografía.
Marte G. Ferrer.[1]
Han transcurrido prácticamente quince días desde que
la totalidad de personas juzgadoras electas en junio de 2025, han iniciado sus
labores en sus respectivos juzgados y tribunales.
Existe cierto esceptismo por el
futuro de la judicatura, en especial la federal, como última herramienta que en
últimas décadas tuvo la sociedad para frenar los abusos desde otros poderes,
entre ellas, el Legislativo y el Ejecutivo.
Sin embargo, aún existen
confusiones para muchas personas sobre las funciones de cada poder.
Recordemos que desde la caída de
la mayoría de monarquías surgió lo que se conoce como el “principio de división
de poderes”, esto es, que el Estado tenía que dividirse cuando menos en tres
partes para evitar que una sola persona (como el Rey o monarca) tuviera un
poder sin límites.
Estos tres poderes son el Ejecutivo
(representado por una presidencia en lo federal y la gubernatura en lo local), el
Legislativo (representado por las Cámaras de Diputados y Senadores en lo
federal y Cámara de Diputados en lo local) y el Judicial (representado por el
Poder Judicial de la Federación en lo federal y los poderes judiciales en lo
local).
Hasta hace poco, solo los Poderes
Ejecutivo y Legislativo eran elegidos por voto popular. Desde la reforma
judicial publicada en el Diario Oficial de la Federación en septiembre de 2024,
también los cargos de titulares (personas juezas, magistradas o ministras) deben
elegirse por el voto popular (el segundo período electoral será en 2027).
No me detendré a analizar si ese
método es el mejor o cuando menos, el menos peor (hay varios estudios al
respecto), sino los resultados que hasta este momento 29 de septiembre de 2025,
se están revelando a propósito de aquel dicho popular que reza: “la primera
impresión es lo que cuenta”.
Pues bien, toda la Suprema Corte
de Justicia de la Nación fue renovada, y entre sus nuevos integrantes destacan
gratamente los ministros Giovanni Azael Figueroa Mejía y Arístides Rodrigo
Guerrero García, sobre todo por la cultura de un derecho en lenguaje claro que
desean impulsar en la discusión de los asuntos. Muchas veces los profesionales
del derecho olvidamos que esas sesiones ya las comienzan a sintonizar o cuando
menos, ver los videos cortos en Redes Sociales, personas que no conocen de un
lenguaje técnico. Y eso es algo positivo: que la sociedad esté interesada en
sus jueces y juezas.
Asimismo, el ministro presidente
está impulsando el pluralismo jurídico, lo que significa reconocer las realidades en las diversas comunidades de nuestro país; además, se ha
sabido rodear de personas capaces, entre ellas, valiosos perfiles de carrera
judicial que seguramente abonarán mucho a la construcción de la duodécima época
del Semanario Judicial de la Federación (lugar en el que se publica lo que se
denominan “precedentes” -sentencias que marcan la ruta a seguir en diversos
temas- y las “tesis” -una especie de resumen de las sentencias
emitidas-).
Una cosa es clara: la
productividad y la vanguardia en los votos y sentencias de las personas
ministras estará apoyada por sus colaboradores. Muchas visiones desde diversos
lugares de los que provengan (postulancia, academia, administración pública, etcétera)
nutrirán su argumentación pero en mi opinión, la carrera judicial sigue y
seguirá siendo necesaria en un equipo que aspire a ser completo.
No olvidemos que los temas que
estudia la judicatura federal son aquellas relativas a la constitucionalidad o
legalidad de actos, normas u omisiones de los poderes federales y locales. Y
existen diversas materias, principalmente la penal, la civil (y dentro de ella,
la familiar y mercantil), la laboral y la administrativa.
Pero hay algo que ni en mis 14
años de egresado de la carrera ni mucho menos en mis 8 años dentro del PJF había
visto: la notoria ineptitud de varias personas juzgadoras electas por voto
popular.
Es verdad que antes, cuando el PJF
era totalmente de carrera judicial, existieron casos penosamente célebres que
se volvieron mediáticos–como el caso “juez Porky” en Veracruz- pero ello
obedecía a criterios jurídicos y no a la incompetencia absoluta para sostener
el cargo.
¿Un ejemplo? Los argumentos que dan las personas para combatir los actos, normas u omisiones
de las autoridades (y en algunos casos, de particulares que realicen actos
equivalentes a los de una autoridad) cuando acuden por primera vez al PJF, se
les denomina “conceptos de violación”. Si impugnan la sentencia que en primera
instancia dictan los jueces o juezas en amparo indirecto o de forma excepcional
en amparo directo -dictadas por personas magistradas-, los motivos de inconformidad en su
contra se denominan “agravios”.
Parecería una distinción
conceptual sin mayor trascendencia, pero es vital para diferenciar cuándo se
atacan violaciones a la Constitución o leyes (conceptos de violación) o cuándo
se alega que se vulneró la legalidad (agravios) por cómo actuó en sus resoluciones la persona jueza (juzgados de distrito) o personas magistradas
(tribunales colegiados). Y de esa manera, por regla general se podrá delimitar la materia de estudio (a reserva de los casos en que opere la suplencia de la queja).
Y si un profesional del derecho desconoce
algo tan básico, hay un amplio margen para preguntarse si conocerá cuestiones
más técnicas o profundas de los casos en su conocimiento.
Ese y otros peores tipos de
errores cometió un magistrado electo -que fue oficial administrativo (hoy
judicial) por una semana- mismos que podrán corroborar en la sesión
extraordinaria de veinticinco de septiembre de dos mil veinticinco[2],
consultable en YouTube, porque hasta el veintiocho de septiembre de 2025 ya no
está en la página del Órgano de Administración Judicial (antes Consejo de la
Judicatura Federal). Y lamentablemente en una materia en donde menos se debe
dar espacio a experimentar, como es la familiar porque suele estar inmerso el
interés superior de la infancia o adolescencia.
Por otro lado, una persona que hoy
es magistrada electa, en sus propuestas cuando era candidata[3]
criticó el “rezago” jurisdiccional y por ende, dijo, implementaría “criterios”
para dar mayor celeridad y “calidad” en las sentencias; no obstante, solo
propuso tres asuntos para su resolución en la sesión de 26 de septiembre de
2025 del Tribunal Colegiado de su adscripción[4]
cuando en promedio, por ponencia (encabezada por la persona magistrada) es de
12 asuntos -36 asuntos en promedio en cada sesión ordinaria por Tribunal
Colegiado-. Pues bien, ella para “atacar” el “rezago” solo propuso 3 asuntos de
los 12 que cuando menos, debió estudiar de su ponencia para esa sesión.
Respecto a la materia penal el
Foro Profesional de Abogados de Saltillo pide la renuncia[5]
de un juez electo adscrito al Centro de Justicia Penal Federal con sede en Torreón,
Coahuila, con base en la notoria ineptitud que está demostrando en sus
audiencias, ya que ni siquiera sabe cuáles delitos son de su competencia[6].
Sin pasar por alto que existen denuncias
públicas[7]
a personas de carrera judicial por atribuírseles conductas de acoso de forma
laboral o sexual a sus colaboradoras. Las quejas ante el antiguo Consejo de la
Judicatura Federal no hicieron efecto. ¿Lo harán ahora ante el Tribunal de
Disciplina? Con independencia de ello, las denuncias públicas en redes sociales
o medios de comunicación parecen ser, por ahora, la única herramienta que
tienen las víctimas en contra de sus agresores.
Esos y más casos no se conocerían
si no es por una especie de observatorios ciudadanos que están materializando
personas de carrera judicial, como es el secretario de Tribunal Carlos Arteaga[8],
la jueza Yazmín Murillo[9]
o las juezas en retiro Martha Magaña[10]
y Marlen Ángeles[11], con
críticas necesarias si en verdad se aspira a una mejor impartición de justicia.
¿Qué podría mejorarse de cara a
2027?
Me parece que la base de mejora
gira en torno a los comités de selección de cada poder.
Contar con comités de personas con
conocimientos sólidos en la impartición de justicia y ética judicial, con el
fin de someter a las personas candidatas a exámenes prácticos y a un análisis,
cuando menos superficial, de su calidad personal, auxiliaría mejor para seleccionar
perfiles óptimos. Los errores que algunas personas juzgadoras electas tienen
hoy se podrían minimizar con estándares de selección más rigurosos.
La carrera judicial debe
considerarse para aquellas personas que cuando menos fueron personas
secretarias, preferentemente juezas y magistradas, ya que aun cuando es cierto
que existen personas oficiales o actuarias que son excelentes perfiles, es casi
imposible verificarlo perfil por perfil; por ende, tendría que darse mayor peso
a las “máximas de la experiencia” para estimar idóneas, al menos en el papel, a
aquellas personas que son o fueron secretarias, juezas o magistradas por Curso/examen
de aptitud o concurso de oposición, respectivamente.
La postulancia o academia debe
también exigirse en cuanto a la calidad de asuntos que se han litigado o a la
producción científica que se ha logrado desde la investigación.
Los derechos de todas las personas
están en riesgo ante personas inexpertas. No descarto personas juzgadoras
electas –que sean externas del PJF porque sé que secretarias, juezas o
magistradas tienen todas las credenciales para cuando menos, sostener con
argumentos jurídicos sólidos sus posturas- que también sean buenos elementos,
seguramente las hay, pero tristemente lo que está pasando hoy no había ocurrido
antes, al menos no en la judicatura federal y eso es lo que más está tomando
eco.
Las críticas en el pasado fueron
por el criterio jurídico adoptado (margen para decidir conforme a la Constitución,
tratados internacionales y leyes sin contrariarlas, en ocasiones se emiten
tesis o forman precedentes) jamás por la ineptitud o incompetencia de las
personas juzgadoras federales.
Esperemos que nuestros
legisladores tomen nota de todo lo que está ocurriendo para subsanar las
deficiencias actuales de cara a 2027, pues en algún momento ellos podrían ser también parte de
un proceso jurisdiccional, ya que es falso que haya “justicia de secretarios”
pues la decisión final la tienen los titulares, por eso son personas juezas,
magistradas o ministras.
Una auténtica justicia cercana a
las personas inicia con algo muy sencillo: personas juzgadoras honestas,
capaces y diligentes. Por el bien de nuestro México, esperemos que se mejore el
proceso de selección de candidaturas judiciales y no se diluya la frase célebre
de Morelos: “Que todo el que se queje con justicia tenga un tribunal que lo
escuche, lo ampare y lo defienda contra el fuerte y el arbitrario”.
[1]
Licenciado en Derecho con mención honorífica por la Universidad Michoacana de
San Nicolás de Hidalgo. Maestro en Derecho Procesal Constitucional con mención
honorífica por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (PNPC
Conacyt). En el Poder Judicial de la Federación se ha desempeñado como oficial
administrativo (hoy judicial), secretario particular y actuario de Tribunal
Colegiado de Circuito, Director de Área de la entonces Escuela Federal de
Formación Judicial (EFFJ), actuario y secretario de juzgado de Distrito. Actualmente
se desempeña como secretario de Tribunal Colegiado de Circuito.
[2]
Disponible en: https://www.youtube.com/live/4EZbeHlg8Lo?si=78qjzwktUBdL5_B4
[3]
Ver: propuestas: https://candidaturaspoderjudicial.ine.mx/cycc/documentos/ficha/HUERTA_LECHUGA_MIRIAN_53790.pdf
[4]
Lista disponible:
https://www.cjf.gob.mx/micrositios/dggj/paginas/serviciosTramites.htm?pageName=servicios%2FlistaSesion.htm
(6 circuito, 2TCC en materia penal,
26/09/2025).
[5]
Ver: https://vanguardia.com.mx/coahuila/foro-de-abogados-de-saltillo-sugiere-renuncia-de-juez-federal-por-falta-de-experiencia-penal-no-es-el-unico-CK17489290
[6] Ver:
https://x.com/marthakmagana/status/1972011906841170254
Así como: https://x.com/jorgegogdl/status/1972476912808435737
[8]
Perfil en X: https://x.com/CarlosArteagaTo
[9]
Perfil en X: https://x.com/YM87B
[10] Perfil
en X: https://x.com/marthakmagana
[11] Perfil
en X: https://x.com/Marangeles29
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